Un informe de la AET avala el Cercanías Zaragoza–Huesca: “No es falta de demanda, es falta de servicio”
La Asociación Española del Transporte (AET) no considera acertado descartar la implantación del Cercanías Zaragoza–Huesca amparándose en que tiene el menor uso de España. Esa conclusión confunde la demanda con la foto fija de un servicio hoy insuficiente, y obvia estudios técnicos recientes que apuntan a un escenario radicalmente distinto con frecuencias, paradas y tarifas propias de Cercanías.
La polémica se reactivó recientemente, y ha ido acompañada de peticiones para conocer el informe de viabilidad en el que se apoya el Ministerio. El debate no es menor: hablamos de un eje con movilidad diaria real, donde la oferta ferroviaria actual no está diseñada para captar desplazamientos cotidianos (trabajo, universidad, sanidad) y, por tanto, no puede usarse como prueba definitiva de “ausencia de demanda”.
El error de base: analizar un Cercanías con datos de un servicio que no es Cercanías
El propio Boletín Oficial de las Cortes de Aragón resume la contradicción: se cita el bajo aprovechamiento de la actual C1 de Zaragoza (en torno al 7,6%) y, a la vez, se advierte de que reducir la viabilidad al número actual de pasajeros ignora la realidad social y económica del corredor, donde miles de personas se desplazan por carretera.
La AET lo explica con claridad en su Resumen Ejecutivo sobre la infraestructura ferroviaria de Zaragoza y su entorno: “el servicio actual de Cercanías/entorno metropolitano no responde a las necesidades de movilidad por su baja frecuencia en horas punta y por un alcance que deja fuera poblaciones clave”.
Es decir, el “bajo uso” es, en gran parte, consecuencia de una mala propuesta de servicio, no una sentencia sobre la demanda potencial.
En palabras de Luis Carlos Bello, delegado de AET en Aragón y La Rioja: “La línea sería más que rentable”. Y añade que el salto de calidad está en el binomio que define cualquier red de Cercanías útil: precio y frecuencia, aprovechando una infraestructura ya existente.
Lo que sí dicen los estudios: hay demanda potencial y beneficios medibles
Mientras el Ministerio se aferra a una lectura restrictiva, otros análisis introducen variables imprescindibles: movilidad real del corredor, demanda inducida y cambio modal.
Un estudio recogido por elDiario.es Aragón de la demarcación aragonesa del Colegio de Ingenieros de Caminos sitúa en miles de desplazamientos diarios la movilidad entre Huesca y Zaragoza y plantea que un servicio tipo Cercanías/proximidad podría absorber una parte muy relevante de esos movimientos, con una reducción notable del tráfico por carretera.
La propia comunicación del Colegio de Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos (Aragón) cita una demanda potencial de 6.000 viajeros diarios y una reducción del tráfico por carretera asociada a la implantación del servicio.
Además, los Ayuntamientos de Huesca y Zaragoza han insistido públicamente en la viabilidad del corredor y, en el caso de Huesca, en la necesidad de reforzar el debate con un estudio de demanda específico, precisamente porque la tesis ministerial no se sostiene con la experiencia cotidiana de saturación en determinados servicios y franjas horarias.
La propuesta de la AET: una red metropolitana real y una C2 Huesca–Cariñena
La AET defiende que el Cercanías Zaragoza–Huesca debe entenderse como parte de una red metropolitana completa, y no como un “ramal” aislado condenado a cifras bajas por diseño.
En su documento técnico, la AET propone una nueva Red de Cercanías con tres líneas, incluyendo la C2 Huesca–Cariñena, atravesando Zaragoza por el eje Delicias–Miraflores, y conectando con puntos estratégicos de movilidad, empleo y servicios.
El informe también identifica palancas concretas que el Ministerio está pasando por alto cuando sentencia “no hay demanda”: estaciones con función metropolitana, accesos a equipamientos y polos de actividad, e integración intermodal para que el tren sea una alternativa real al coche.
“Menor uso” no es “menor necesidad”: la AET pide rigor, transparencia y rectificación
Como asociación técnica, la AET no entra en el ruido, pero sí pide rigor en el análisis. Cuando se pronuncia un “no” rotundo, se debe sostener con metodología pública y transparente, hipótesis claras y comparación con el escenario correcto: un Cercanías con frecuencias de Cercanías.
Por eso, la AET respalda que se haga público el informe de viabilidad mencionado por el Ministerio y que se revise incorporando demanda potencial, movilidad diaria real y beneficios sociales y ambientales, tal y como reclaman también iniciativas regionales en Aragón.
El presidente de la AET, Juan Manuel Martínez Mourín, ya advirtió en un contexto sectorial más amplio de un patrón preocupante: “en muchas ocasiones se utilizan razonamientos de fondo ideológico” frente al razonamiento técnico que el transporte exige. Y, sobre la urgencia inversora en ferrocarril y descarbonización, ha insistido en que hay que fijar plazos y ejecutar, no eternizar diagnósticos y opiniones.
La posición de la AET en tres mensajes
- No se puede medir la demanda futura con un servicio actual que no es competitivo (frecuencia, cobertura, integración tarifaria).
- Existe evidencia técnica de demanda potencial y de beneficios en seguridad vial, cohesión territorial y sostenibilidad.
- La red propuesta (incluida la C2 Huesca–Cariñena) es una solución eficiente y escalable, basada en infraestructura existente y en intermodalidad.